jueves, 31 de mayo de 2012

Rajoy, un político de altura

Mariano Rajoy es SuperPP de Barrio Sésamo

(c) laSexta Noticias
Cada vez que espero y oigo una intervención por parte de algún integrante del Gobierno de España no dejo de sentir dos cosas: desasosiego y una extremada decepción. El primero viene determinado por no saber lo que voy a escuchar y, lo que es más importante, cuánto me va a costar.
Sin embargo, la decepción es más importante porque de un político espero que alimente mi cerebro con argumentos, razones o discursos que, aunque no desborden inteligencia, elocuencia ni esté a favor de ellos, al menos me sirvan para alimentar mi ansia de reflexión, de calmante, de crítica o de indignación. La realidad se torna insostenible, cuando el único recurso que me queda es la propia indignación. Impepinablemente, dicho discurso, me conduce a determinados pensamientos tales como “me están tomando el pelo”, “nos toman por tontos”, “pero que obviedad”, “y este es el inútil que nos gobierna”, “así nos va”, “no puedo creer que sea Presidente de España”, etc.
Hemos pasado en muy poco tiempo de tener unos políticos a los que se les podía escuchar, independientemente del grado de simpatía que tuviéramos con ellos, a otros que duele hasta oírlos.
Y me pregunto ¿qué características debe tener un político de la talla y responsabilidad de un presidente de gobierno?
Pues bien, siendo un completo ignorante, una persona a nivel de calle, desearía que al menos supiera hablar en público, que tenga un nivel medio o alto de elocuencia, unos valores claros, unos ideales y con ciertas dotes tanto de psicología emocional como de sociología. Un político debe ser capaz de entender a sus ciudadanos, de escucharlos, de interpretarlos y como no de cierta sensibilidad para con sus padecimientos y problemas. Un político debe buscar siempre el bienestar de sus ciudadanos y compatriotas, debe poseer y cultivar su credibilidad ante los demás, debe saber hacer ‘trabajar’ a la sociedad en torno a él y a sus políticas, cohesionar a la ciudadanía en pro de un objetivo común. Debe ser limpio, que no de pábulo a la incertidumbre, a la duda, que no mienta a pesar de ser coherente con su ideología. Debe tener la capacidad para negociar, para consensuar, debe estar abierto a escuchar y a tomar lo mejor de cada partido o agente social que representa a la ciudadanía para complementar sus políticas. Debe entender que la mayoría no significa toda la ciudadanía y menos en las circunstancias en las que nos movemos actualmente. El político ha de buscar siempre y como principal objetivo de su gobierno un estado más justo y para todos los ciudadanos.
Y, sin embargo, tenemos un presidente del Gobierno que balbucea consignas, que repite hasta la saciedad el mismo mensaje en un intento de que nuestro subconsciente lo almacene como un mantra que repetiremos desde que nos despertamos hasta que nos acostemos. Un presidente donde usa la tercera persona del plural no para hablar de España ni de los españoles, sino para los de su gobierno y para sí mismo, esto cuando no se expresa en primera persona, repitiendo lemas, consignas, que por iterativas y banales entontecen a la población, tales como “esto es importante”, “esto es bueno”, “es lo que hay que hacer”,… y sus derivadas. Un político que huye de los periodistas, más bien de sus preguntas, mejor aún creo que huye de sus propias contestaciones. Porque se nota, se siente, que el presidente y muchos de sus acólitos hablan con pies de plomo para que no se adviertan sus verdaderas intenciones, su ideología y hacia dónde conduce esta. De ahí tal piélago de eufemismos. Encorchetados en cuatro frases mil veces repetidas, no importa quién sea ni qué cargo tenga, siempre oiremos lo mismo. Las mismas contestaciones, las mismas ideas, las mismas consignas,…
Desde hace tiempo he creído que Mariano Rajoy tenía muy poco recorrido, pero su presidencia será recordada como la más ausente de la Historia de la Democracia, y es que huyendo, limitando el derecho a la información o no comparecer para tranqulizar a la ciudadanía es, como poco, esclarecedor de su valor como político: inútil.
Como alguien ha comentado en alguno de los mil artículos al respecto que he leído estos días, sería imposible traducir al inglés la rueda de prensa de Mariano Rajoy del pasado 28 de mayo.
Sé que es largo, pero a continuación ofrezco la transcripción del discurso del Presidente del Gobierno de España tal cual dijo, no tal cual la oficina de prensa del Partido Popular ofreció a los medios, debidamente maquillada. Si alguien, por favor, saca algo más que obviedades de este discurso, un claro sentimiento de traición motivadas por las mentiras, que la culpa es de Grecia o de que es prácticamente un muñeco que deben de haberle puesto pilas nuevas porque no veas como mueve los brazos; por favor, repito, que tenga la bondad de compartirlo.

En naranja está aquel texto que la Oficina de Prensa se olvidó de transcribir, tachado aquel que está 'colocado', entre corchetes y en amarillo algunos comentarios y preguntas que me hago al respecto de lo que dice, se han señalado algunas palabras en negrita y subrayado para hacer más evidente la carga de narcisismo salvador de nuestro Presidente.

«[Garraspeo] Bien… Buenos días a todos y muchas gracias por su asistencia a esta convocatoria, que se produce, eeh como todos ustedes saben, después de la reunión eeh del Comité Ejecutivo del Partido Popular correspondiente a este mes de mayo.
Eeh, eeh… Bien… En principio, yo he hecho en este Comité Ejecutivo una eeh exposición eeh amplia eeh sobre cuál es la situación de la economía española, sobre los problemas eeh que hay mmm y los retos y las oportunidades [¿cuáles?] que tenemos por delante. He hecho un balance de lo que ha sido la actuación del Gobierno a lo largo de estos últimos eeh meses. También he explicadoooo mis últimos contactos con otros dirigentes europeos y de fuera de Europa en estos últimos días.
Pero creo que lo más importante es eeh eeh el planteamiento de futuro, es decir, qué es lo que –en opinión del Gobierno [o sea, él]eeh tiene que hacer eeh el Gobierno [o sea, ellos], lo que debemos construir entre todos [¿buscas consenso o se refiere a ellos?] a los efectos de conseguir el objetivo que quieren todos los españoles [¿seguro?] y, además, el objetivo nacional en este momento, el objetivo nacional que es el crecimiento económico [media verdad], la creación de empleo [otra media verdad] y, en consecuencia, el aumento de los ingresos para las Administraciones, en suma. Se trata de hacer una política económica que permita mejorar el bienestar de los españoles en una situación de extrema dificultad como es la que estamos pasando en este momento.
Eeh En fin… Son temas eeh complicados desde el punto de vista técnico [a la vista está], pero yo intentaré exponérselos de la manera más clara, breve y entendible posible. Es decir, son cinco puntos los que están definiendo la actuación del Gobierno en estos momentos y los que van a seguir definiendo la actuación del Gobierno a lo largo de los próximos meses [le ha faltado añadir en los que gobernaremos].
Insisto cinco puntos que intentaré explicarlos de la manera más clara y entendible posible. Eeh mmm En primer lugar, España, nuestro país, tiene que seguir avanzando por la senda de la reducción del déficit público [acabáramos]. Esto es fundamental para poder, en su momento, crecer, generar empleo y aumentar el bienestar de los españoles [¿destruyendo el estado de bienestar?]. Y esto, que ya estamos haciendo, como ustedes saben (y por eso hemos tomado decisiones como la de los Presupuestos de este año, como la Ley de Estabilidad Presupuestaria, eeeh por eso se ha celebrado una reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera el pasado 17 de mayo) todo tiene un objetivo, que es seguir en la senda de la reducción del déficit público, por cuatro razones fundamentales [redoble de tambores].
- La primera, porque es bueno [argumento de peso donde los haya]. Es decir es malo gastar lo que no tienes. Por tanto, esto que vale para una familia o para una empresa, pues también vale para Administración [hala, ahora una redacción sobre lo que hacemos bien y mal].
- En segundo lugar, porque en este momento el excesivo gasto de las Administraciones Públicas está haciendo que el poco crédito que haya disponible en el mercado sea para esas Administraciones. Con lo cual, ni los pequeños y ni medianos empresarios, ni los grandes, ni los trabajadores autónomos ni las familias pueden conseguir crédito en las entidades financieras y sin eso, no hay inversión y, por tanto, no hay empleo [ahora resulta que la crisis de crédito la han provocado las administraciones públicas y los servicios que a la ciudadanía ofrecen].
- En tercer lugar, es importante seguir por la senda de la reducción del déficit público porque es un compromiso que nosotros tenemos y que deriva de nuestra pertenencia al euro. El euro impone una serie de obligaciones y una de ellas –muy lógica por otra parte– es tener unos niveles de déficit público y de deuda razonables [eso hoy, con Merkel, ayer no era así].
- Y en cuarto y último lugar, es fundamental seguir reduciendo el déficit público porque si no lo reducimos, corremos el riesgo serio (como ya le pasa a algunas instituciones y a algunos países) de no poder financiarnos en el mercado. Cuando uno gasta más de lo que ingresa, ese dinero de más que gasta tiene que pedirlo en el mercado y en la situación actual de crisis financiera, como todos ustedes saben, es muy difícil.
Por tanto, lo que hemos hecho hasta ahora y lo que vamos a seguir haciendo a lo largo de los próximos meses es, en primer lugar, reducir el déficit público, no gastar lo que no tenemos [conclusión, reducir el déficit porque es bueno, no hay que despilfarrar, es importante y, por supuesto, fundamental].
En segundo lugar, también lo estamos haciendo, lo hemos hecho a lo largo de estos meses y continuaremos haciéndolo en el futuro, es las reformas [aquí ha tenido un desliz, dijo las reformas, pero él quiso decir la Reforma, la que le dicta su ideología, que se traduce en otro tipo de sociedad diferente de la que hemos vivido]. España tiene que hacer reformas para mejorar la flexibilidad y la competitividad de nuestra economía [vía reducción de salarios]. El objetivo de estas reformas no es otro que crecer, crear empleo, mejorar el bienestar [imposible ¿no?, incompatible con la reducción del gasto] y que las Administraciones Públicas tengan más recursos [tal vez si dejaran de robar y todos fuéramos iguales a la hora de pagar]. Si somos competitivos, podremos vender; y si vendemos, producimos; y si producimos, crearemos empleo [¿vas a invertir en I+D+i?].
Por tanto, las reformas que hemos hecho a lo largo de estos meses continuarán a lo largo de los próximos [además que sí, son vuestras, los únicos responsables]. No voy a entrar en detalles ahora [pa qué, total no hay expectación], pero ya saben ustedes que hemos tomado muchas decisiones: la reforma laboral, la reforma del sector bancario,
hemos tomado decisiones en materia de estabilidad presupuestaria, organismos reguladores, etc., etc., en materia energética… Y por tanto, este proceso de reformas estructurales que casi cada viernes se va a plasmando en una decisión concreta en el Consejo de Ministros va a continuar en el futuro.
Primero pues, déficit público; segundo, reformas estructurales en la economía española en el ámbito internacional nacional. En tercer lugar, son necesarias también reformas estructurales en la Unión Europea. Sobre este asunto hablamos en el último Consejo Europeo último, el que tuvo lugar en Bruselas la semana pasada. Y quiero hacer algunos comentarios.
Es importante hacer reformas estructurales en España, pero también es importante hacer reformas estructurales en Europa. En este sentido, eeh el Gobierno que yo presido eeh va a prestar mucha atención a todo el programa relacionado con el acta del mercado único. En Europa todavía no se ha conseguido todavía en su totalidad la libre circulación de capitales, de mercancías y de servicios. Hay todavía muchas trabas regulatorias, sanitarias [¿cómo? Totalmente insondable, a veces maestro entiendo que no te entiendo], tecnológicas, y fiscales... Y por tanto, tenemos que seguir trabajando en más integración de mercados.
Vamos a trabajar también en la búsqueda de nuevos mercados en Europa [los jueves hay uno muy famoso en Vallekas, en la colonia Fontarrón II, no si ya verás, que tiemble Alemania]. Es importante que el BEC BEI todos estos asuntos los hemos planteado y seguiremos planteándolo en el futuro, que el BEI respalde en España, sobre todo, a las pymes. También la creación de infraestructuras, pero en España, las pequeñas y medianas empresas [en el BEI deben de estar descojonovariándose]. Es importante que se hagan unos Presupuestos cuyo objetivo básico sea mejorar la competitividad de la economía europea. Es importante un plan europeo de desempleo juvenil, en el que llevamos tiempo trabajando con la Comisión. España es uno de los países que lleva haciéndolo desde ya hace unas semanas [mentira, otro truco de prestidigitación]. Es importante que haya un servicio europeo de empleo que funcione de verdad [qué cara, haz que funcione el que tienes y obliga a las comunidades autónomas con competencias a que sean efectivas sus políticas de empleo]. Es importante reforzar el apoyo a los trabajadores móviles [¿se refiere a los emigrantes?], el reconocimiento de las calificaciones profesionales entre países [si yo te contara]. En suma, les resumo: es importante que en Europa se hagan reformas estructurales para mejorar la economía y para mejorar el bienestar de todos los europeos [va a ser que la prima de riesgo está tan alta porque sea verdad que los mercados tienen dudas sobre Europa al tener que hacer reformas vía Mariano Rajoy, el consejos doy, que para mí no tengo].
Bien les he dicho al principio de esta intervención que iba a referirme a cinco puntos, que son los que van a guiar la actuación del Gobierno a lo largo de los próximos meses. Primero, vuelvo a repetir y perdón por ser tan reiterativo pero quiero dejar las cosas claras. Primero, seguir avanzando en la reducción del déficit público; segundo, reformas estructurales en la economía, decisiones españolas; y tercero, plantear reformas estructurales en la economía europea, decisiones europeas [si ibas por el tercero y no te quieres repetir, ¿por qué no sigues por el cuarto? Ah, que hay que apuntalar el discurso, vale].
Esto es lo importante esto que he dicho hasta ahora y esto es lo que es necesario hacer en cualquier situación para crecer y para crear empleo. A partir de aquí, hay algo que hoy también es muy importante, que es el cuarto punto [vamooooss, vengaaaaaa]. Con una prima de riesgo de 500 puntos básicos, como cualquiera puede entender, es muy difícil financiarse [jóder, he muerto aplastado por una grandísima obviedad]. Y, por tanto, una de las cosas que tenemos que hacer en el futuro es resolver el problema de la financiación [¿cómo? Este era el mismo problema del gobierno anterior, ¿o no?], de la liquidez, del crecimiento y de la sostenibilidad de la deuda de los países que estamos cumpliendo nuestro compromiso y hacer las cosas bien. Por tanto, este es un cuarto punto también muy importante.
Nosotros vamos a seguir haciendo lo que antes les he dicho: corregir el déficit y hacer las reformas [otra vez, me abuuuurroooo]. Pero es importante que se resuelva el problema de la sostenibilidad de la deuda [esto lo he oído antes]. Y voy a incidir un poco en este asunto porque es muy importante [cómo no, adelante, te escuchamos con expectación]. Este año 2012 España va a tener un déficit del sector exterior del uno por ciento aproximadamente [la verdad es que es la previsión, pero las cuentas dicen otra cosa por el adelante de las devoluciones de IRPF y de las Administraciones]. Hemos tenido en los últimos años más del diez. Tener el uno por ciento significa que España ya no va a tener necesidad de financiarse fuera. Y si en este momento todavía vamos a tener un déficit del uno por ciento, es porque las Administraciones Públicas todavía están gastando más de lo que tienen, pero ya empresas y familias ya tienen superávit respecto al exterior. Lo cual significa que en poco tiempo España va a dejar de tener que financiarse fuera [el tiempo dirá si es esto cierto, pero me temo que los agujeros de los banqueros no son fáciles de tapar, afloran cual explosiva primavera].
El problema es la monumental deuda externa acumulada que tenemos los españoles en este momento. Y esa deuda externa es la que tenemos que refinanciar y la que en este momento es difícil de refinanciar. Por eso, insisto, es preciso y es necesario una apuesta clara, contundente, energética enérgica y que disipe todas las dudas que pueda haber sobre el euro [vamos que estas reformas recortantes del estado de bienestar salvarán al euro y, por ende, a Europa entera, esto o está pidiendo un cambio en la forma de abordar esta crisis por parte de Europa]. España apoya, como ha hecho siempre, la existencia del euro, creemos que es un proyecto fundamental para el futuro de Europa y para el futuro de nuestro país. Es una de las cosas más importantes que hemos hecho juntos el conjunto de los europeos a lo largo de muchísimos años.
Y, por último, quinto punto. La construcción europea llevaaaa eeh haciéndose desde hace más de 50 años, como ustedes saben. Poco a poco se han ido produciendo avances. Quizá el último y más significativo fue precisamente la moneda única, el euro. Pero a lo largo de muchos años -se empezó con pocas cosas- la cosa fue avanzandose. Nosotros creemos que en este momento Europa tiene que fijar con claridad el objetivo al que vamos. Con claridad [sí, tiene mucho que aprender estos europeos, eres el paradigma de la claridad]. Y el objetivo al que nosotros vamos es el de más integración fiscal, más integración monetaria y más integración política.
Yo creo que eso es muy importante y creo que Europa debe plantearse ese debate igual que en su día planteó el debate de la moneda única, que dio lugar a que todos nos comprometiésemos para entrar en el euro a cumplir unos requisitos de déficit, de deuda, de tipos de interés o de inflación. Yo creo que Europa tiene que plantearse ahora, y cada uno tendremos que asumir los requisitos que se nos demanden en su momento, más integración fiscal, más integración monetaria y más integración política [aquí debe de haberse ido de línea, porque ha repetido exactamente lo mismo que el final del párrafo anterior. Así no hay quien se concentre].
Europa tiene que disipar cualquier duda sobre el euro y tiene que afirmar y actuar en consecuencia de que el euro es un proyecto irreversible. Por lo menos esa es la opinión que aquí eeh defendemos. La gran mayoría de los españoles está muy contenta, primero, con nuestra integración en las instituciones comunitarias hace ya más de 25 años, después con los pasos que se dieron en el futuro y, por último, con la integración en el euro y en la moneda única [la verdad es que no sé con quién habla o qué lee para decir esto].
Bien. Eeeehh. Esto es fundamentalmente lo que yo he transmitido a mis eeh compañeros del Comité Ejecutivo Nacional. Esto es lo que resume lo que ha sido la posición del Gobierno y sus porqués a lo largo de estos meses y esto es lo que pretendemos continuar haciendo en el futuro en el ámbito en que proceda hacerse. En unos casos son decisiones puramente nacionales, que competen por tanto a los Parlamentos nacionales, también autonómicos en el caso del déficit público; y en otros, son decisiones estrictamente de la Unión Europea.
Pero creo que con esto queda explicitado eeh con claridad eeh cuál es el planteamiento que tenemos para abordar eeh la gravísima crisis económica que sufre nuestro país y la situación por la que está pasando y que nos afecta, como es natural, a la zona euro [yo no sé vosotros, pero me he dado a la bebida energética, sin poder remediarlo].
Bien y a partir de ahí, estoy aaah a su disposición.
Vamos a ver, yo rogaría eeh que hicieran una pregunta cada uno porque es que si no se van a quedar muchos sin contestar. Entonces si les parece bien, creo que es lo justo y equitativo una pregunta cada uno. Adelante.[Pincelada, debidamente cercenada de la transcripción, del talante democrático de nuestro Presidente de Gobierno, no permitiendo más que una sola pregunta de cada periodista. Se le quemaban las lentejas, seguro.]
»

Aquí está el enlace al sonido original, recogido por la Cadena SER:



«Dentro de poco ya no me veréis, y dentro de otro poco me volveréis a ver» JN 16, 16-20.
Gobierno de España. Como Dios manda.

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