viernes, 4 de mayo de 2012

Miedo a la Democracia

¿Qué ha cambiado?
 

Se podrá o no estar de acuerdo con las motivaciones que mueven a salir a la calle, a reunirse en asamblea o a protestar pacíficamente en plazas y parques; pero lo que es ineludible a todas estas formas democráticas de protesta es el derecho, reconocido constitucionalmente, a reunirse en cualquier lugar y forma y dependiendo de esto comunicar al estamento gubernamental correspondiente.

A ningún delegado y delegada del Gobierno, por muchas presiones que tuviera, se le ocurriría la infeliz idea de mandar desalojar una caseta de la cruz Roja, de Cáritas o del día de Lucha contra el Cáncer. Tampoco he visto cómo desalojaban en el día de las Fuerzas Armadas a aquellos que mostraron, de muy malas formas, su desacuerdo con las políticas de un Gobierno socialdemócrata. Y digo de malas formas porque no mostraron el debido respeto a los familiares y memoria de los caídos, no por el hecho de mostrar su oposición a un representante político, aunque personalmente nunca lo haría de esa manera.

Entonces, ¿por qué ese enconado empeño en desalojar a un grupo de ciudadanos que se dedican a informar a otros ciudadanos del calendario de movilizaciones, actos, marchas y reuniones previstas para los días 12 al 15 de mayo? Si en cada plaza o parque, cruce de calles se pudo establecer las urnas de votación para mostrar el rechazo o no de la privatización del Canal de Isabel II, ¿por qué ahora no? ¿Qué ha cambiado?

He visto imágenes, de familiares de detenidos o de víctimas que se han arrojado contra los policías que cubrían el furgón donde los trasladaban para 'agredir' al vehículo; pero no he oído nunca que fueran a ser o hayan sido detenidos por la policía salvo casos en los que realmente la violencia haya escalado extremos peligrosos (contadas excepciones).

Entonces, ¿por qué no se permite protestar pacíficamente a la ciudadanía si esta no afecta a la seguridad ni al desarrollo 'normal' de la actividad ciudadana? ¿Por qué se pretende criminalizar al que protesta pacíficamente? ¿Qué ha cambiado?

Han cambiado las ideologías de quien nos gobierna o de quien nos desgobierna. Pero, sobretodo, pienso que ha cambiado el grado de miedo que se tiene. Se tiene miedo de la repercusión mediática que esto pueda originar y el efecto llamada de esta misma protesta. Se tiene miedo a que se despierte la ciudadanía porque la esperanza, la maldita Esperanza que tienen, es que en un par de años la crisis haya remitido lo suficiente como para poder presentar todos estos recortes, tasas, subidas y disfraces como estrictamente necesarios para lograr ese objetivo. Para presentarse como los salvadores a costa de un retroceso en derechos, en lo social, en el bienestar y en la igualdad entre las personas.

No quiero asustarme, no lo logran con sus soflamas ni con sus amenazas ni con sus gestos anti democráticos; pero sí me asusta que se asusten, porque cuando un animal tiene miedo es capaz de morder la mano que le da de comer.

Nos vemos en las calles

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